La ceremonia de apertura de los XXX Juegos Olímpicos se celebró el 27 de julio de 2012 en Londres. Los organizadores trataron de hacerlo lo más lujoso y solemne posible para superar a este respecto todas las ceremonias oficiales anteriores de los Juegos.
En la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2012, actuaron cantantes y músicos famosos. En particular, Mike Oldfield, un popular multiinstrumentista inglés, realizó extractos de algunas de sus obras musicales, además, bajo su música en el estadio, realizaron una actuación completa dedicada al Reino Unido. También durante la ceremonia de apertura, actuaron el joven rapero Dizzy Raskal y Arctic Monkeys. El grupo realizó solo dos composiciones: su éxito "I Bet You Look Good on the Dancefloor", lanzado en 2005, y la famosa canción de The Beatles "Come Together".
En la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos en Londres, no solo actuaron músicos. La escritora Joan Rowling, autora de libros sobre Harry Potter, apareció en el escenario, además, en el estadio también se podían ver actores que representaban a los personajes creados por ella. Luego, el público vio el juego del famoso comediante Rowan Atkinson, conocido como el ridículo y torpe Mr. Bean. Mezclado con músicos de la orquesta sinfónica, Atkinson interpretó una actuación divertida en el escenario, pretendiendo estar tratando de tocar también instrumentos musicales y tiene la intención de superar a los atletas.
A pesar del hecho de que algunos músicos, incluidos los miembros de The Rolling Stones, se negaron a tocar en la inauguración de los Juegos Olímpicos en Londres, sus canciones todavía se tocaron. Además, el público podía bailar con los éxitos de los grupos Queen, Prodigy, Placebo, Sex Pistols, Eurythmix, etc.
Para mejorar el efecto e impresionar a la audiencia, los organizadores del evento invitaron a Paul McCartney. Después de realizar versiones de las canciones de los famosos cuatro de Liverpool, el público ya estaba listo para la actuación del ex miembro del grupo, pero su aparición en el escenario aún era inesperada y al mismo tiempo muy solemne. Paul McCartney actuó al final de la ceremonia, interpretando las canciones "Hey Jude" y "The End".