La oposición rusa llama a los políticos europeos a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi. La presencia de altos funcionarios de la UE en el evento se considerará como un apoyo político para Putin, dijo el ex primer ministro Mikhail Kasyanov en una entrevista con el periódico alemán Die Welt. En su opinión, la tarea de la oposición y de toda la comunidad internacional es evitar la "legitimación" de los excesos del poder de Putin.
¿Cuáles son las razones para pedir un boicot a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi?
Los llamados a ignorar los Juegos Olímpicos de Sochi comenzaron después de la adopción de la escandalosa ley en Rusia sobre la "prohibición de la promoción de la homosexualidad entre menores". Los representantes de la oposición instan a la UE a boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 y, por lo tanto, expresan su desacuerdo con las políticas de Putin que violan los principios de los derechos humanos y la humanidad.
Resonancia política
Guy Verhofstadt, líder de la facción más grande del Parlamento Europeo, la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa, apoyó a la oposición rusa. Según él, los Juegos Olímpicos se llevan a cabo para espectadores y atletas, y la politización de un evento deportivo va en contra de la idea principal de los Juegos Olímpicos. Además, Putin no debería poder obtener fotografías "políticamente útiles" para sí mismo. Como señaló Mikhail Kasyanov, la presencia en Sochi de los más altos funcionarios de la Unión Europea como invitados dará a Putin carta blanca para promover su política inhumana.
Carta de Steven Fry al Comité Olímpico Internacional
El conocido actor británico Stephen Fry, que no oculta su orientación, también llama a boicotear los Juegos Olímpicos de Sochi 2014. Informa esto en una carta abierta al primer ministro británico, David Cameron, y al Comité Olímpico Internacional. En su apelación, el actor compara la campaña homofóbica que se desarrolla en la Federación de Rusia con la persecución de los judíos en la Alemania nazi, y los próximos juegos con los infames Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 en las gradas del jubiloso Fuhrer, que fortaleció su estatus en el hogar y en todo el mundo.