Los Juegos Olímpicos de aniversario, celebrados 100 años después de su reanudación, tuvieron lugar en 1996 y se celebraron en la ciudad estadounidense de Atlanta. Por primera vez, no fueron jugados por el equipo nacional de Rusia y las repúblicas de la Unión, sino por equipos nacionales individuales de estados que anteriormente formaban parte de la URSS.
Este grandioso evento deportivo no fue el más exitoso para los atletas que jugaron para el equipo de la Federación Rusa. Los Juegos Olímpicos de 1996 en Atlanta son conocidos por la pequeña cantidad de medallas ganadas por Rusia. Aunque fue el segundo después de Estados Unidos en la clasificación no oficial del equipo, el número total de premios fue de solo 63. De estos, oro - 26, plata - 21 y bronce - 16. Los anfitriones de los Juegos Olímpicos, los estadounidenses que obtuvieron el primer lugar en el número de medallas, pusieron 101 en su alcancía. recompensa
Los más exitosos para los equipos rusos fueron las competiciones de deportes y gimnasia rítmica, natación sincronizada, buceo. En muchos deportes en los que los atletas soviéticos fueron tradicionalmente los ganadores, los rusos no lograron ingresar ni siquiera entre los seis primeros. Tales deportes "fallidos" para hombres son: bádminton, ciclismo de ruta, remo slalom, tiro con arco y tenis. Las mujeres compitieron sin éxito en bádminton, remo, kayak, piragüismo, moutainbaku, tiro al banco, natación, tenis y tiro con arco.
Del número total de atletas rusos, solo el 52% del equipo nacional logró ganar medallas; el 48% restante fue calificado como no exitoso por los resultados de estos juegos. Los expertos observaron una clara regresión en los tipos de mujeres del programa deportivo olímpico. Esto fue especialmente notable en las competiciones de judo, ciclismo, natación, tiro con arco, tenis de mesa y hockey sobre césped.
La situación en los deportes relacionados con los juegos (baloncesto, voleibol, balonmano) y cíclico (remo, atletismo, natación) se consideró infructuosa por los resultados de los juegos. El equipo nacional de lucha grecorromana, que tenía esperanzas especiales, también tuvo un desempeño muy mediocre. Resultó ser ineficaz atraer atletas al equipo olímpico que ya había jugado para clubes extranjeros: aportaron muy pocos puntos a la hucha común.